El aroma del cacao cubano

A trav és de la casa belga Chocolater ía
Pierre Marcolini se vende, con mucho éxito en Francia,
Bélgica y Japón, una tableta de chocolate bajo la
marca Terruño de Baracoa, con un aroma muy fuerte
que resaltan el origen y las cualidades del cacao
cubano.
De acuerdo con Nico Regout Marcolini, fundadora
de la Casa Marcolini y experta consultante del Círculo
del Cacao, el producto cubano es excepcional.
"Goza de muy alta calidad y tiene amplias posibilidades
de comercialización en el mundo entero",
dijo por su parte a Negocios en Cuba la diplomática
Marina Ogier, a cargo de la Cooperación y la Cultura
en la embajada de Bélgica en La Habana.
Según la funcionaria, este producto es muy distinto
de los demás, y se le reconoce por su olor y gusto
muy fuertes. Es puro, negro y amargo, y destacan sus
aromas.
Ogier ponderó las potencialidades del grano de la
isla caribeña en el mercado internacional, en especial
para las compañías elaboradoras de chocolates finos.
Dijo, además, que su país apoya el programa de la
cadena del cacao en Cuba, que abarca su producción,
transformación y comercialización.
Se trabaja, agregó, con varios actores cubanos entre
los que se cuentan los Ministerios de Agricultura y
Educación Superior, así como la empresa Cubaexport.
La colaboración contempla, además, instituciones
como la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños, las universidades de
Guantánamo y La Habana, y la Casa Museo
del Cacao en Baracoa, entre otras. Con este
vínculo han logrado reunir varios criterios
científicos sobre la calidad del producto, que
tiene muy buena aceptación en Bélgica,
agregó.
El veterano cacaotero Urbano
Rodríguez, reconocido por muchos
de sus coterráneos como el rey
del cacao en Cuba, afirma que ese producto debe su
ganada fama, al amor y la fuerza de voluntad con que
los agricultores de esa región manejan el cultivo, a las
condiciones de clima y suelo
de Baracoa, y a las características
del aroma y tamaño
del grano.

ALFREDO BOADA MOLA
Redacción de Ciencia y Técnica de PL