El combustible o la tercera moneda en Cuba

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cubaa360gradi
00martedì 11 giugno 2013 12:55
Pablo Pascual Méndez Piña | La Habana | 11 Jun 2013 – 8:35 am.

Piperos, pisteros, inspectores y clientes roban y se sobornan entre sí.

Los carburantes se venden en el mercado negro a menos del 60% de su

valor, según el Gobierno.

En el salón de reuniones preferido de Raúl Castro, dotado de cristales y

cortinas blindadas en el 4º piso del MINFAR, se efectuó el pasado 10 de

mayo la última reunión ampliada del Consejo de Ministros.

Adel Yzquierdo, titular de Economía y Planificación, tocó las alarmas,

afirmando que el robo de combustible adquiere matices preocupantes, y

que los principales atracos se producen en refinerías, bases de

transporte y servicentros.

Aseveró Yzquierdo que el carburante hurtado es vendido en el mercado

negro a menos del 60% de su valor, y que para contrarrestar el robo se

deben adquirir equipos de metraje de combustible e instalar

localizadores GPS para vigilar los itinerarios del transporte

ferroviario, etc.

Por su parte, la ministra de Justicia, María Esther Reus, alegó que para

castigar los numerosos robos, primero debe repararse la dispersión

legislativa de más 80 normas jurídicas, con duplicidad de regulaciones y

contradicciones entre ellas.

Igualmente se debe resolver el inconveniente de los más de 15 mil

inspectores que ejercen sin preparación profesional para el cargo.

Ni el oficialista diario Granma ni los noticiarios ampliaron más detalles.

Inmediatamente, los rumores y las polémicas se expandieron por las

calles, donde a más del 45 % de los consultados les preocupa la probable

subida de los precios del transporte particular de pasajeros.

Y es que la mayoría de los propietarios de los viejos automóviles

norteamericanos, conocidos como "almendrones", cambiaron sus motores

—haciendo una alta inversión— para usar combustible diesel, lo que les

ha permitido recorrer el doble de kilómetros por litro y les resulta más

rentable al poder comprar este carburante en el mercado negro a precios

asequibles.

El diesel se vende oficialmente a 1,30 dólares el litro, solo superado

en 10 centavos por la gasolina especial, el combustible más caro en el

mercado cubano.

Muchos creen que para evitar una crisis de transporte, el Gobierno

establecerá una tarjeta de racionamiento para los transportistas

particulares, pero nadie sabe si los precios serán subsidiados o no.

Maritza León, una excajera de los servicentros Cupet-Cimex, dice que el

Gobierno "habla de robo, pero debería mirarse en el espejo".

En Cuba incrementaron los precios de los hidrocarburos en 18% (año 2010)

y 7% (año 2011). El alza, según las autoridades, fue causada por la

subida del costo del combustible a nivel mundial.

Lo contradictorio es que Cuba compra petróleo a Venezuela a precio de

convenio. El 60% se paga con servicios médicos y el 40% restante con

pago crediticio al 1% de interés con extensión entre 17 y 25 años. ¿Con

esas facilidades de pago, por qué se empeña el Gobierno en apretarle las

tuercas a quienes viven del transporte y, así, perjudicar a toda la

población?

Un festín de buitres

El cuentapropista Enrique González deja en evidencia otra arista

relacionada con el robo. Hace poco le reparó un ventilador a un chofer

estatal que no tenía dinero y que le propuso pagarle con cinco litros de

gasolina. Enrique tiene un Fiat polaco heredado de su padre y el trueque

le pareció favorable. "El combustible es como la tercera moneda en

Cuba", justificó.

Pidiendo no ser identificado, un ex-chofer de 48 años cuenta que

alteraba las hojas de ruta y después vendía a los pisteros estatales el

combustible sobrante al 60% del precio oficial. Los pisteros le pagaban

en efectivo tras verificar la tarjeta magnética en un scanner.

Un ex-pistero de 62 años de la corporación Cupet-Cimex que tampoco quiso

identificarse afirma que "el robo de combustible es un problema más

viejo que Matusalén". Cuenta que en 2001 hubo un "explote" de pisteros

(despido masivo) en los servicentros Cupet-Cimex y Oro Negro-Cubalse.

El motivo de la expulsión, fue que los susodichos adquirieron tarjetas

de combustible falsificadas en las oficinas del Consejo de Estado.

Muchos de los cesanteados fueron interrogados en 100 y Aldabó, sede de

la policía técnica DTI, pero el máximo responsable huyó al exterior con

una fortuna. A pesar del escándalo, la prensa oficial ignoró el suceso.

El pistero alega que a él lo sacaron de su empleo los nuevos

"trabajadores sociales" que el Gobierno instaló en las gasolineras en la

madrugada del 26 de noviembre de 2005. "Al principio se incrementaron

las ganancias, pero cuando los muchachos descubrieron las posibilidades

de hacer dinero, robaron impunemente. El remedio fue peor que la

enfermedad".

Dice que las mediciones en los tanques de combustible se hacen

manualmente, mediante una regla graduada y una tabla de formulaciones.

"Si para descargar el combustible utilizaran el metraje digital, se

controlaría mejor el trasiego".

"El combustible es como un festín de buitres —agrega—. Los piperos

luchan su tajada, parqueando los carros en desniveles o sacándole el

aire a las gomas para que queden residuos de combustible en el tanque

cuando descargan. Los inspectores admiten sobornos. Los clientes también

roban, distrayendo a los pisteros y accionando las bombas a hurtadillas

para rellenar sus tanques, esto es un relajo".

Otro chofer anónimo afirma que compró combustible de avión a un

proveedor del aeropuerto, apuntando "que su Chevy 1954 caminaba como un

Ferrari".

Pero Felipe Hernández de 84 años, quien trabajó en las trasnacionales

Shell y Estándar Oil (Esso) antes de ser nacionalizadas por el Gobierno,

dice que en aquella época, ni siquiera escuchó un rumor sobre robo de

combustible.

El galón de gasolina costaba 32 centavos en los servicentros, en su

totalidad particulares. A los trabajadores de este sector nos

remuneraban con buenos sueldos, pero en aquellos tiempos la honradez era

el principal requerimiento para mantener el empleo, porque costaba mucho

trabajo conseguirlo.

"Según mi perspectiva —indica Felipe—, la solución más viable consiste

en privatizar la industria del combustible y permitir que las

trasnacionales la administren como antes de 1959, de lo contrario, ni

con tanques y cañones lograrán que la gente deje de robar. Ya se

acostumbraron a delinquir".

www.diariodecuba.com/cuba/1370932502_3690.html
agente bunda
00martedì 11 giugno 2013 15:24
Quello del carburante è veramente una storia a Cuba.
Quando ero sul posto, ci sono stati molti operativi per arginare il fenomeno, con tanto di dirette dal poder popular di Holguin su telecristal, dove il presidente della provincia, interrogava i vari ispettori, per capire meglio il fenomeno.

Il gasolio al mercato nero costa 5 pesos al litro la benzina circa 12/15 pesos al litro.

Ma come sempre a Cuba c'è un "MA" grande come una casa. Vediamo di capire meglio la cosa.
A Cuba i trasporti pubblici praticamente non esistono e per percorrere pochi km da un una cittadina all' altra si usano mezzi privati, ora tutti con licenza regolare. Già in altro post ho spiegato come funziona la cosa, è sempre regolata dallo stato e si può dire che nel enorme confusione dei trasporti cubani, in qualche maniera funziona.

I costi sono relativamente bassi per percorrere un 200 km si paga circa 80 pesos, per piccoli percorsi circa di 30 km 10 pesos. Le auto caricano fino a 8/9 persone, vedi Toyota o vecchie auto americane, preparate allo scopo. I motori sono quasi tutti a gasolio, anche buoni, Bombardier, WV, Mercedes, Perkins, o i nostri Italiani VM. Ma se questi taxi dovessero pagare il gasolio a prezzo pieno, che prezzi dovrebbero avere? Certamente non i 10 pesos, il tutto funziona perchè esiste il mercato negro del combustibile, senza questo Cuba si ferma.
Il cane che si morde la coda, insomma. Lo Stato non può non sapere questo, visto che quando si paga in piqueria i soldi girano nelle mani degli "arancioni" funzionari dello stato stesso.

Mi spiegavano che per rubare il gasolio dai locomotori, usano un sistema semplice, li lasciano accesi sempre, il conta ore, che misura il tempo lavorato, segnano quindi, all' apparenza, i consumi i quali ci sono, ma un conto è che siano fermi con un auto consumo limitato, un conto è che viaggiano con un consumo molto più alto. Il surplus è il robo.
I camion, dello Stato, invece i vari autisti dichiarano consumi più elevati, e segnano viaggi che in realtà non fanno. Ora che stanno mettendo il GPS su molti di questi mezzi, gli autisti si rifiutano di viaggiare, con scuse varie e veri e propri sabotaggi al mezzo, una specie di sciopero insomma, se si volesse arginare il robo sarebbe molto semplice, ma evidentemente non lo si vuole fare. Il motivo è semplice, senza robo del combustibile Cuba si ferma, con tutti i problemi che si possono immaginare.

Ecco la verità, un augurio al Generale che dovrà risolvere questo problema, ma credo che mai lo risolverà, almeno che non si cambia la struttura e il sistema distributivo.
duarglide
00martedì 11 giugno 2013 21:25
indubbiamente il problema del rifornimento è antico come cuba stessa..... come i furti che fanno [SM=g7574]
umbertoumbriano
00mercoledì 12 giugno 2013 17:12
Grande Bunda! Leggendoti sto imparando più cose da un mese a questa parte che in tanti anni a Cuba vissuti da turista. [SM=g8920]
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